El estado de excepción (EdA) decretado en el país aumenta la posibilidad de que se produzcan disturbios sociales que puedan afectar el entorno de seguridad esta semana. Se prevé un aumento de la presencia de las fuerzas de seguridad en las provincias de Guayas, Esmeraldas y Santo Domingo de los Tsáchilas, donde el estado de excepción estará en vigor al menos hasta el 16 de diciembre. La medida pretende reducir los índices de delincuencia violenta tras los incidentes ocurridos durante la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre, en los que murieron ocho personas, entre ellas cinco policías.
Desde que comenzó el EdA, el presidente Guillermo Lasso anunció el reclutamiento de 10.000 nuevos agentes de la Policía Nacional para 2023. Además, según los informes, el EdA ha llevado a la detención de 690 personas, con 74 arrestos directamente relacionados con los recientes ataques. A pesar del aumento del personal de seguridad, sigue siendo poco probable una mejora del entorno de seguridad a corto plazo. Desde el 9 de noviembre, el toque de queda nocturno se redujo, estableciéndose entre las 23:00h y las 05:00h (hora local) en las tres provincias, para disminuir el impacto en la actividad de los negocios y el turismo. Por otro lado, es posible que esta semana se produzcan protestas organizadas por grupos indígenas, como la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas Indígenas y Negras (Fenocin), que ha exigido que el gobierno perdone deudas de hasta 10.000 dólares. Si no se atienden las demandas, los focos de protesta pueden incluir edificios gubernamentales y plazas públicas. La policía es susceptible de utilizar medidas duras, incluido el gas lacrimógeno, para dispersar a los manifestantes.
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