El repentino aumento de ciudadanos rusos en el país motivado por la movilización militar parcial en Rusia está afectando a las ciudades kazajas más cercanas a la frontera rusa, así como a la capital, Astana, y al centro comercial, Almatý. Las repercusiones inmediatas se pueden comprobar en el contexto económico, incluido el drástico aumento de los precios de los alquileres, lo cual avivará las tensiones sociales y políticas, pudiendo congregar nuevas protestas.
El 21 de septiembre, el presidente ruso Vladimir Putin anunció una movilización militar parcial que tuvo un impacto inmediato en el entorno logístico de Rusia y sus estados vecinos. Los precios de los billetes de avión comercial aumentaron significativamente y se informó de una reducción sustancial de la disponibilidad de vuelos que salían de Rusia. También se registraron largas esperas en los pasos fronterizos terrestres desde donde miles de rusos cruzaron a Kazajistán. Muchos se marcharon posteriormente a otros destinos, aunque varios miles se han quedado en el país. Medios locales indican que siguen llegando más ciudadanos rusos. El precio de los alquileres se han disparado, los hoteles siguen llenos y algunos residentes locales se han quejado de no poder acceder a los servicios municipales debido al aumento de la demanda. Si bien la gente siente simpatía por la población que procede de Rusia, también hay frustración por el impacto económico. Funcionarios del gobierno, incluido el presidente Kassym-Jomart Tokayev, lo han calificado de "asunto político y humanitario" y han instado a la población a tener paciencia. Sin embargo, el asunto llega en un momento políticamente delicado para el gobierno ante la cercanía de las elecciones presidenciales anticipadas del país, previstas el 20 de noviembre.
Siga de cerca la evolución de la situación y tenga en cuenta los problemas logísticos en cualquier viaje por el país. Si cuenta con empleados en el país, recomiende que eviten cualquier manifestación no autorizada debido al riesgo creíble de disturbios.