Las recientes amenazas del grupo extremista islamista Al Shabab, con base en Somalia, no indican, sin embargo, que vayan a aumentar los ataques en Kenia. Al-Shabab emplea regularmente este tipo de retórica contra todas las naciones africanas cuyas tropas forman parte de la Misión de Transición de la Unión Africana en Somalia, de carácter antiterrorista. El último acontecimiento refleja, por tanto, la persistente amenaza terrorista subyacente en Kenia, como demuestra la actividad frecuente de Al Shabab en los condados fronterizos con Somalia.
Grandes ciudades como la capital, Nairobi, y Mombasa (condado de Mombasa) siguen siendo objetivos atractivos para Al Shabab. Sin embargo, su capacidad es más limitada en los centros urbanos, donde la presencia de las fuerzas de seguridad es mayor. Los condados de Garissa, Lamu, Mandera y Wajir, fronterizos con Somalia, seguirán siendo puntos a vigilar debido a la actividad de al-Shabab, ya que los terroristas se benefician de la porosidad de la frontera. Desde 2021, se han atribuido a Al Shabab hasta 50 atentados en Kenia, de los cuales sólo uno tuvo lugar fuera de los condados fronterizos con Somalia. Se trata de un atentado suicida en el condado de Kisumu en el que murieron dos personas. Dentro de los condados fronterizos con Somalia, la mayoría de los atentados han sido ataques de relativamente bajo impacto dirigidos contra las fuerzas de seguridad en zonas rurales y pequeñas ciudades. El análisis de riesgo indica que esta tendencia continuará. Sin embargo, persiste el riesgo de que se produzca un atentado puntual de gran impacto en un centro urbano fuera de estos condados.
Compruebe que los planes de evacuación y el resto de protocolos están en vigor y que los empleados han sido informados al respecto. Reduzca al mínimo el tiempo que se pasa cerca de los objetivos potenciales de ser atacados. Los viajes esenciales a los países fronterizos con Somalia deben realizarse con mayor precaución, incluyendo contar con el apoyo específico de proveedores locales.