Esta semana se espera un aumento de las medidas de seguridad y del riesgo de violencia en el estado de Baja California. Esto se debe a la detención el 2 de julio de Luis Edgar "Tolín" Infante, presunto líder local del cártel de la droga de Sinaloa, en Rosarito (Baja California). El asesinato o la detención de los líderes de los cárteles en México suele provocar un repunte de la violencia a corto plazo.
Infante es un miembro relevante del cártel de Sinaloa, adscrito a la célula de los Rusos que responden ante Ismael Zambada García, el “Mayo” (colíder del cartel de Sinaloa junto con el “Chapo” Guzmán y el “Azul”). Por ahora, el Tolín sigue preso en Tijuana siendo probables las represalias para pugnar por su liberación, tal y como sucedió en mayo de 2021, cuando Jesús Alexander Sánchez Félix, el Ruso, amenazó de muerte a policías de Mexicali, logrando así que 11 de sus sicarios fueran dejados en libertad. El lugarteniente fue detenido tras una emboscada orquestada por integrantes del cártel rival de Jalisco, Nueva Generación, y el posterior enfrentamiento armado. Rosarito, municipio turístico al sur de Tijuana, es un territorio en disputa entre el cártel de Sinaloa quien controla la mayor parte del territorio, y el cártel de Jalisco, Nueva Generación, y quien tiene una presencia menor. Para disuadir las represalias de los cárteles se han desplegado más efectivos de las fuerzas de seguridad en Tijuana (Baja California) y sus alrededores.
Tenga en cuenta los consejos del Departamento de Estado de Estados Unidos, quien recomendó a sus ciudadanos reconsiderar sus viajes a Rosarito y Tijuana, alegando posibles represalias. Aunque los miembros de los cárteles y el personal de las fuerzas de seguridad suelen atacarse mutuamente, los tiroteos en zonas públicas y en las principales carreteras suponen un riesgo importante para los presentes.