A pesar de las crecientes tensiones entre Rusia y la UE, la OTAN, Ucrania y EE.UU., no consideramos que la situación vaya a afectar al entorno de seguridad de Europa en las próximas semanas. Esto está relacionado con nuestra evaluación de que es poco probable que Rusia lance una invasión a gran escala de Ucrania cuando una incursión limitada o un ataque de tipo híbrido son igualmente probables para lograr sus objetivos diplomáticos. Si se produjera un ataque de cualquier tipo, el resultado más probable sería la adopción de medidas punitivas por parte de la UE o de EE.UU. en forma de sanciones selectivas contra sectores o individuos específicos de Rusia.
También es posible que Alemania siga retrasando la apertura del gasoducto Nord Stream 2, cuya inauguración está prevista para 2022, a la espera de la aprobación reglamentaria. El gasoducto ayudaría a aliviar el déficit de gas natural en Europa, especialmente en este país. Sin embargo, los países europeos también ven la apertura del gasoducto como una moneda de cambio para utilizar en las negociaciones con Rusia. Es probable que los precios del gas natural sigan siendo elevados en las próximas semanas de invierno debido a la elevada demanda y la escasa oferta, y también a las ambigüedades jurídicas que rodean al gasoducto en Alemania. Dada la escasa probabilidad de que se produzca una invasión a gran escala, sigue siendo poco probable que se produzcan graves consecuencias para la seguridad, como una afluencia de refugiados a Europa desde Ucrania. Es poco probable que Rusia ataque a países como Estonia, Finlandia, Letonia, Lituania, Noruega o Suecia en los próximos meses.
Los responsables de los empleados en la zona deben seguir medios de comunicación internacionales creíbles para conocer el estado de la cuestión. Consulte nuestras alertas y contacte su Centro de Asistencia local para obtener más información. Aunque el personal del país no necesita tomar medidas inmediatas en medio de las tensiones geopolíticas actuales, debe seguir de cerca los acontecimientos.