Debido a la propagación de la nueva variante de COVID-19, Ómicron, es probable que los países europeos endurezcan las restricciones nacionales y, en algunos casos, impongan requisitos adicionales de pruebas o cuarentena a los pasajeros que lleguen del exterior en los próximos días y semanas.
Países Bajos ha decretado un nuevo confinamiento, en vigor desde el 19 de diciembre. Francia y Alemania, aunque no imponen cierres, han restringido la entrada desde el Reino Unido, alegando el aumento del número de casos. Los británicos que lleguen a Francia a partir del 18 de diciembre deberán demostrar una "razón de peso" para entrar y deberán permanecer en cuarentena hasta recibir un resultado negativo en las pruebas. En Alemania, a partir del 19 de diciembre, no se permitirá la entrada a la mayoría de los viajeros de ocio procedentes del Reino Unido, y los ciudadanos y residentes alemanes tendrán que permanecer en cuarentena durante catorce días a su llegada. Suiza, a partir del 20 de diciembre, sólo permitirá el acceso a restaurantes, instalaciones deportivas y de ocio a las personas vacunadas o recuperadas. Desde el 19 de diciembre, cualquier persona que llegue a Grecia debe someterse a una prueba de PCR en las 48 horas previas a la entrada. Los países que esperan una gran afluencia de viajeros de ocio, como España y Portugal, también han endurecido las restricciones y los requisitos de las pruebas a las llegadas en las últimas semanas. Rumanía, Moldavia, Serbia o Albania también pueden endurecer las restricciones.
Siga de cerca las fuentes de noticias locales de su país de residencia para informarse sobre posibles nuevas restricciones y asegúrese siempre de que las reservas de viajes de vacaciones sean totalmente reembolsables o puedan posponerse con poca antelación. En la misma línea, asegúrese de que todas las reservas de viaje sean totalmente flexibles.